Hay palabras que emergen desde el alma. Surgen de un espacio más hondo, donde el misterio se vuelve susurro y la verdad se ofrece como un regalo silencioso.
Llegan como perfume sagrado, como ríos de luz que han sido confiados para ser entregados.
Y así fue como recibí a Mariana.
Cada mensaje fue semilla encarnada, experiencia tejida en presencia, testimonio real de una espiritualidad que abraza tanto el cielo como la tierra.
Este libro es un pasaje.
Una puerta hacia una espiritualidad brillante, profunda y viva.
Un sendero que ilumina y, al mismo tiempo, se adentra en las sombras para descubrir allí tesoros de valor, sabiduría y posibilidad de reparación. Reconciliación.
Mariana camina con belleza serena.
Comparte lo que ha sentido, lo que ha comprendido, lo que ha dejado florecer dentro de sí.
Su enseñanza nace del corazón y se ofrece como alimento para el alma.
Cada página respira. Cada palabra es un hilo de luz que recuerda que la dicha se revela cuando el alma se siente a salvo para brillar.
La Maestría no se alcanza desde el esfuerzo, sino que se manifiesta en quienes han elegido amar con todo su Ser.
Cuando el alma está lista, la palabra justa la encuentra.
Este libro ha llegado como un espejo de tu propia luz, para recordártela y expandirla.
Porque todo lo que fluye en estas páginas —la historia, los mensajes, la entrega— es amor que se extiende.
Y lo hace, una vez más, a través de ti.

— Ser Marchesin