“Alguien despertará mañana”.
Es un libro escrito como hoy poco se escribe: afinando rimas y elaborando la métrica para de forma placentera y natural, dar a cada estrofa esa musicalidad que se gana en el sentimiento del lector con absoluta armonía. Este trabajo merece ser considerado como una lirica manifestación de belleza y sentimiento estético, y aunque la técnica natural de sus versos, en algunos poemas, exprese el amor con frustración, en otros, el sentimiento de positivismo se integra en su expresión artística. Rubén Guastavino Ramos. Cultor natural de de la poesía hispano americana, es un hombre de “la amistad con la mano tendida“, un poeta que desborda su sentimiento en un elaborado lirismo que en cada verso, nos acendra la belleza imaginada: /Serena está en mí ser la voz antigua/ su eco tañe en la piedra incorruptible/. Mensajes directos que en su voz, resaltan su crítica airada contra la injusticia. Mientras pueblen el mundo/ millón de infortunados/ ahogado en evidencias/ del tiempo y la fatiga/ transcurrirán los viles/ que se permiten todo/ por haber absorbido/ la carne de otras vidas. El sentimiento del poeta nos llega luminoso, profundo, lleno de calidad sugestiva. Su poesía es diversa / Fue sol de días con marcos de ilusiones/y en el silencio de la piedra el rió…/dejó bajorrelieve un fino ramo de azahares, / florecidos en la pasión de nuestros amores. Como debe ser en la pluma de un poeta que necesita plasmar su amor, pero también su rebeldía dispuesta a no dejarse sujetar–. Una burla tierna e inherente, por ejemplo, aflora en alguno de sus sonetos como en “Mi último viaje” y en Fiesta de disfraz”, que recogidos en estas páginas, dejan transcurrir su fina ironía. Ruben Guastavino Ramos, pese a la brevedad de su obra, es uno de nuestros poetas, capaz de conmovernos.
Humberto C. de Lacroixs. Periodista.