Ética y Estética
La experiencia profesional del amplio campo de la salud humana y de las formas de intervención a nivel social nos debieran motivar constantemente a preguntarnos sobre cómo se producen las concepciones y las realidades. Preguntarnos por la producción de subjetividades, acerca de nuestras formas de vida, de nuestra ética; de qué concepción de la salud, la enfermedad, lo grupal, lo colectivo, del poder, de lo social, de lo histórico, de la cultura, es decir, de qué tipo de agenciamiento somos parte, y qué enunciados y realidades estamos produciendo.
Somos testigos de la capacidad de eficacia que el psicodrama grupal hoy tiene como dispositivo de prevención, de transformación individual y grupal, de productor de nuevas subjetividades, nuevas redes de sostén de las mismas.
Lo plural hay que sostenerlo contra la fuerza centrípeta y narcisista, donde la libido queda atrapada en la mezquindad del plano individual. El psicodrama grupal se abre hoy como raicillas (rizoma deleuziano) como práctica y concepción de la multiplicidad, en la trama de las zonas más neurálgicas del sufrimiento social.
María C. Pavlovsky