La desaparición de un hombre es el punto de partida de una historia que devela la intimidad de una familia con un realismo entrañable. Milici demuestra en este libro dignas aptitudes para la ficción costumbrista donde los protagonistas son personajes que podrían ser amigos o vecinos nuestros.
En contraste con el drama familiar, el autor nos regala “El niño y el auto mágico”, cuya atmósfera nostálgica enternece y maravilla a los lectores. Un libro con dos registros diferentes, el de la angustia y el de la magia, las dos caras de una escritura empecinada en aferrarse a lo que nos ocurre de cerca para volverlo literatura.