El lado oscuro de la implosión 2 – Pablo Iglesias

¡¿Qué poder decir de este autor?! Un joven con talento que se las trae. Pablo Iglesias es músico, cantautor, escritor y ya nos sorprendía con El lado oscuro de la implosión. Pareciera que esta segunda parte viene a continuar la primera en la que se cerraba con desgano y falta de esperanza un camino de quimeras. Todo lo contrario, en esta parte II, el personaje se vuelve resiliente ante un escenario hostil. El terreno laboral le es adverso como le fue a cualquiera post-crisis 2001. En el plano afectivo (mejor, no hablemos), a este muchachito pareciera no irle bien con las mujeres, pero pese a tanto tropiezo y una vida teñida de claroscuros, el protagonista cuenta con la compañía de dos amigos que iluminan su ruta trasfundiéndole esperanza a sus días. En medio de una narrativa densa por momentos, donde un nudo en la garganta nos deja sin aire, surge el alivio cómico para hacernos cosquillas en el estómago y reanudar la lectura y divisar nuevos horizontes. Y, ahora quitándome la camiseta de crítica literaria, hablo desde lo personal y sin juzgar la obra de Pablo, me atrevo a decir que además de tener talento como músico y escritor, este niño-adulto de cuarenta y tantos es como el Ave-Fénix que renace de sus propias cenizas. La música entonces, se convierte en faro y gratifica su alma, devolviéndole el oxígeno a bocanadas para inflar su pecho, nutrir su ego impulsándolo a seguir
porque Show must go on. ¡FELICITACIONES, JUGLAR! Buenos Aires, diciembre 2017. Andrea Prestía.