De pronto hacer la introducción de un libro, lejos de ser un escrito sencillo, se vuelve una tarea polifacética al conocer al autor. Rosanna Tarca plasma en sus cuentos vibraciones de su alma, de ninguna manera inapropiada o súbita, sino que escribe como si realizara una revelación de las internalizaciones de su alma. Ella se denomina como “La mujer de acero”, en parte porque al igual que Frida Kahlo su salud, ha requerido de complicadas intervenciones quirúrgicas que han incorporado a su cuerpo metales que sus articulaciones desgastadas requerían. Pero… Rosanna está muy lejos del acero. Es una mujer generosa, afectiva, sociable, agradecida, imbuida de recuerdos ásperos. ¿Qué importancia literaria tiene esta descripción tan personal de la autora? Sencillamente ella vuelca en sus personajes todos esos sentimientos que en su mensura no lleva a la práctica. La venganza, los actos agresivos, tantas otras reacciones de sus personajes son inspirados en todos aquellos hechos que a ella la golpearon pero no aplicó ante nadie; siempre primó su bondad, su discreción y esa estética que mantiene en todas sus actitudes. Dando por sentado este aspecto y creo que el lector va a disfrutar, comprender y divertirse con cada evento descarnado que comprende este libro. Por cada situación, por cada reacción, por cada relación fallida que los personajes resuelven, nos dejan atónitos por imprevistos o convencidos que no había otra resolución del tema. Todo ello plasmado en un lenguaje rico en expresiones y fiel a la creación de la autora. A los lectores sólo les digo: ¡A leer y disfrutar!
Gloria Padin.