Luego de la primera promoción de nebrijanos, que culminó con la publicación del libro El escuadrón de las hipálages, se me presentaba un desafío: motivar a mis nuevos estudiantes a alcanzar la vara que habían dejado bien alta sus predecesores. Pero no tuve siquiera que esforzarme porque el talento de estos alumnos habló por sí solo. Cuando me topé con sus escritos, no pude evitar maravillarme ante lo que leía: SUPERSENTIRES y MEGAMETÁFORAS.
En este libro, los lectores se encontrarán con una protagonista en común que transita de sección y sección: La pasión, cada nebrijano dejó su huella marcada en los anaqueles de la literatura y le hizo justicia a cada una de las consignas planteadas.
Los invito a leer esta producción artística que demuestra que las segundas partes SÍ son buenas. ¡Y vaya cuánto!