Tangar – Carlos Martian

Ya han transcurrido bastantes años de aquel Tañido de Haikus, libro en el que incluí 207 haikus argentinos. Hoy una vez más, el intento de aunar la poesía japonesa, el tango y el lunfardo. Todo ello para expresar, quizás una visión del mundo, visión rendida al peregrinaje de mi subjetividad. Ilusoriamente fluye en mi un intento, rehuir de las exigencias de la vida social y surcar los acantilados de la soledad. Soledad que engañosa, es un medio del reverdecer social. Meditación en búsqueda de runas invisibles. Alcanzarse de abismo y cima. Alegría, júbilo espiritual azotado dulcemente por el viento. Según reconoce el antiguo poeta Bashó, se trata tan sólo de “sortear barreras” un paso más de lo que está permitido. Jugar con nuevas bandadas de palabras, con nuevos vuelos. Atreverse a volar. Los haikus que habitan este libro estimo son imperceptibles y ríspidos, impalpables y cruciales, reales y utópicos. Van con este nuevo vuelo haiku, una visión de un tiempo, la simple fotografía de un compás contemporáneo: Tangar.