Versos del amor desamorado – Mónica Cibeles Campos

En nuestro pasaje por la vida, encontrar el amor que nos corresponda puede llegar a ser una de las tareas más importantes y difíciles que nos proponemos. Sin embargo, esta búsqueda que tendría que ser muy hermosa y gratificante no siempre lo es. En el afán frenético por hallar a nuestro “par correspondiente”, sobrevienen series de incansables cegueras, fatigas y fracasos, donde las personas elegidas terminan siendo sólo proyecciones internas de lo que deseamos, algo así como “fantasmas incubados desde el adentro”. En este padecimiento de adicción al amor, en esta dependencia tan automática del corazón, aflora el sinsentido de la búsqueda, la miopía del ojo, el punto ciego de la mirada, expresados con intenso dolor. Estos Versos del amor desamorado van dirigidos hacia todos aquellos que han sufrido por amor, por malas elecciones, por la torpeza de construir “castillos en el aire”, a través de años y años de aprendizaje con heridas y llagas reincidentes, como ráfagas de espirales transformadas en tornados. Afortunadamente, el ciclo se cierra cuando se ha aprendido de ese dolor, cuando se arriba a zonas epifánicas, terrenos fértiles de la bondad que trae la autocomprensión, y que nos quita por fin las vendas de los ojos, las sensaciones terribles de la soledad, del abandono, de la culpa y de la tragedia que nuestro Ego debió atravesar en la búsqueda desgarrada del Sí mismo.