En mayo de 1940, hordas fascistas en Roma atacaron y apedrearon el automóvil del papa Pío XII cuando este acudía a decir misa en una de las basílicas de esa ciudad. Lo obligaron a cerrar el palacio de verano en Castel Gandolfo durante la Segunda Guerra Mundial y a recluirse como prisionero voluntario en El Vaticano hasta la caída de Mussolini.

Los fanáticos que apoyaban al Duce, furiosos por la actitud vacilante de Pío XII, aullaban: “¡Muerte al papa!” y mezclado entre ellos se encontraba un agente del espionaje nazi, con una misión específica que Berlín le ordenaba cumplir. Sobre este episodio y todo lo que precedió al enfrentamiento callejero trata esta novela, llena de misterio, engaños, traiciones y conspiraciones políticas.

Una obra apasionante que combina la historia con ficción y que persigue un único objetivo: Matar al papa.