Antología de Terror
Voces narradoras de ultratumba se condensan en la pérfida e irresistible niebla blanca de las páginas, listas para atacar al lector desprevenido y al corazón sediento de oscuridad. Hay una verdad suprema que cruje en el abismo de este libro inquietante: las palabras tienen hambre. Duelen, pican, muerden y desgarran, nos rompen el pecho y eclosionan desde lo más hondo y primitivo de la carne.
Los relatos de esta antología están tan vivos como los muertos que resucitan, y si no crees a esta inscripción, pon a prueba tus sentidos con esta terrorífica experiencia literaria de la que (tal vez) no vuelvas siendo la misma persona.