Pocos libros llegan al corazón de los lectores. Este es uno de ellos. Esteban Caballero nos trae una historia de amor diferente: humano-animal. Nos habla del lazo inquebrantable que lo une a Nagode, su perro guía, que más que un lazarillo es su compañero de vida. Nos cuenta cómo lo conoció, las características que lo diferencian de los perros tradicionales, lo imprescindible que es en su diario vivir… Mas no todo es color de rosas. También se sincera con nosotros para informarnos lo difícil que es hacer cumplir la ley (el derecho de entrar con él a cualquier lugar de acceso al público) y cómo debe sortear dicha adversidad.
Es este un libro “a corazón descalzo” —como me gusta denominarlo—, tan poético pero real. Un viaje al epicentro de la empatía. Un aprendizaje que nos interpela a todos, porque no hay nada más humano que contar una historia personal desde lo más profundo de las entrañas, con el sentimiento a flor de piel, tal como lo logra Esteban.
Una obra emocionante y necesaria que no podés dejar de leer.